Saltar la cuerda puede parecer sencillo, pero no lo es. Quizá ese sea el motivo por el que muchos atletas experimentados no lo incorporan a sus rutinas (al comienzo es normal tropezar con la cuerda por la descoordinación muscular). Pero, como todo, se puede aprender. Si le dedicas unos minutos a diario pronto tendrás un ejercicio muy eficaz para estar en forma y -además- divertido.

Presta atención a estos consejos para desarrollar una buena técnica de salto:

Respira siempre por la nariz. Esto contribuye a calmar la agitación de los primeros minutos y a incrementar tu resistencia.

Salta con la punta de tus pies, manteniendo tus rodillas levemente flexionadas.

Mira siempre al frente, sin bajar la cabeza, y mantén recto el cuerpo.

Mantén los codos pegados al cuerpo.

Gira la cuerda con los brazos, no con los hombros (esto los mantiene libres).

Saltos cortos (3 o 4 centímetros) y rápidos son mejores que altos y lentos (también lo son para desarrollar el ritmo). Si saltas muy alto puedes lesionarte.

Guíate por el ritmo del golpeteo de la cuerda en el piso.

Si haces varias series, intenta no detenerte entre cada una de ellas (en el vídeo de abajo aprenderás cómo hacer esto).

Fuente: Gustavo / Fitónica