Por El Round Final
Sergio Martínez supo ser un boxeador de elite, dueño de un estilo y destreza arriba del ring que lo llevó al podio de los mejores peleadores libra por libras, sólo detrás de Floyd Mayweather y Manny Pacquiao.
Al igual que le pasó al Chino Maidana, que se está preparando para regresar al boxeo, tras cinco años de retiro, Maravilla estuvo cerca de retornar con una revancha ante el mexicano Julio César Chávez Jr, a quien venció por decisión unánime en 2015.
“Unos 40 días antes me avisó que no llegaba a ponerse en forma. Ya no creo que se pueda hacer”, explicó en La Nación.
Sin embargo Maravilla reconoció que hoy, debido a su actividad ligada al stand up y las charlas motivaciones que brinda, “no puedo tener una rutina de entrenamiento porque me traslado mucho, es salvaje la cantidad de horas que viajo, es imposible”.
“Me siento bien conmigo. Siempre me manejé en deportes individuales. Hice de chico tenis, frontón, box. Cuando quise hacer algo en equipo, como el fútbol, no me adapté”, admitió, como una de las claves de su éxito deportivo.
En su filosofía de vida siempre se ha manifestado en contra de cuantificar al boxeo, como una disciplina donde gana el que golpea más, que el estratega es aquel que utiliza el engaño para imponerse.
“El boxeo no es el arte de golpear, sino el arte de no recibir y engañar al rival, gana el que menos recibe. Es estrategia pura, hay que trabajar hasta 5000 golpes por día. Aprendiendo las cosas básicas llegas a ser campeón del mundo. Yo las incorporé, las agarré como clavo ardiente y no las solté más. La sorpresa es lo más efectivo en el ring”, aseguró el campeón.