Brandon Lera es de San Vicente, tiene 16 años y experimentó un gran cambio gracias al deporte. Su historia.

Brandon Lera tiene 16 años y sueña con ganar un título mundial de boxeo. Todavía no debutó como boxeador profesional, y sin embargo, ya ganó su pelea más importante. En los últimos meses logró bajar más de 40 kilos gracias a una gran disciplina y al espíritu de superación que le inculcó la práctica del deporte. “Me cambió la vida. Aprendí a quererme a mí mismo, a luchar por mis objetivos y a tener constancia”, comenta ante El Diario Sur.

Del barrio “Del Tanque” de San Vicente y alumno de quinto año del colegio Comercial, Brandon dice que nació “gordito”. Y es verdad: pesó más de seis kilos, confirma su padre, Víctor Lera. “Siempre tuve tendencia a la obesidad y a ser glotón. Comía por comer. Y en mi familia éramos todos así también”, dice, sentado en la Sociedad de Fomento San Martín, donde practica boxeo. Se viste parecido a sus ídolos de la movida del trap, como “Duki”, pero después entra al vestuario y sale con los guantes puestos. Empieza el entrenamiento.

“La de Brandon es una historia de superación”, dice su entrenador, Cristian González, que desde hace dos décadas es profesor de boxeo en el distrito. “Tiene condiciones y le sobra voluntad como para crecer y llegar a ser profesional. Pero lo más importante es que pudo cambiar su estilo de vida y ahora es una persona más sana y más feliz”, asegura

Yo el año pasado hice un clic”, sostiene el adolescente. “Me miré al espejo y me dije que tenía que estar mejor. Me sentía pesado, me ahogaba, corría media cuadra y me quedaba sin aire. Y ahora es otra cosa totalmente distinta”, refleja. Había llegado a superar largamente los 100 kilos, y ahora está por debajo de los 70.

Brandon hizo algo que no es del todo recomendable, pero que parece haberle funcionado: no consultó con ningún nutricionista ni deportólogo, por falta de recursos económicos. Hizo una dieta autodidacta: sacó ideas de influencers fit de Youtube e Instagram. Y también aplicó el sentido común: redujo casi a cero las harinas y el azúcar y se dedicó a los vegetales, la carne y el pollo. “Me hice fan de las verduras”, se ríe. “Algunas noches llegué pasar hambre. Me agarraban ataques de querer comerme todo. Pero aguanté porque quería lograr mi meta”.

El cambio de vida para el joven incluyó su pasión renovada por el boxeo. “Yo me metí en esto para bajar de peso, pero además me llevé una enseñanza muy importante sobre la disciplina que hace falta para cumplir objetivos. Y ahora la verdad que me gustaría probar de ser un boxeador profesional, aunque sin dejar de estudiar”, reflexiona.

Hacia el final, Brandon deja un mensaje para las personas con sobrepeso que buscan hacer un cambio de vida: “Lo importante es tener paciencia y saber que a la larga se puede. Y que vale la pena, porque empieza una vida mejor”

Fuente: eldiariosur.com