Los puristas del boxeo dicen que Pernell Whitaker (1964-2019) fue uno de los mejores zurdos de la historia, de los más exquisitos junto a Marvin Hagler. Imposible de conectar. Piernas, cintura y reflejos lo convirtieron uno de los grandes defensores de la historia del cuadrilátero, una especie de Nicolino Locche a la americana. Bajaba la guardia, mostraba el mentón y lanzaba ese contragolpe letal que le regaló 17 nocauts en 46 peleas.

Sweet Pea, como todos conocían a Whitaker, forma parte de ese selecto club de boxeadores que ganaron títulos en cuatro categorías distintas: liviano, superliviano, welter y superwelter. Y la prestigiosa revista The Ring lo ubica en el top 10 de los mejores libra por libra de todos los tiempos. Pernell mantuvo su reinado durante nueve largos años. Fue imbatible desde 1988 hasta 1997 cuando Oscar de La hoya lo derrotó por puntos y resignó el cinturón de los welter.

Quizá aquella pelea del 12 de abril del 97 con el Golden Boy es la que haya marcado el inicio de su debacle. Seis meses más tarde le iba a ganar al ruso Andrey Pestryaev. Eso, en el cuadrilátero porque horas más tarde le saltaría un doping positivo de cocaína. Y fue el principio del fin. Lo que siguió fue el ocaso de su carrera y el de su vida. Ya no sería el mismo.

PW logró que le redujeran la suspensión a cambio del ingreso a un programa de rehabilitación. Pero cuando volvió fue derrotado por Félix Trinidad. A partir de ahí, sólo aparecería en los titulares por sus problemas en la vía pública, las detenciones por manejar alcoholizado y sus problemas con la cocaína.

¿Si tuvo historia con los argentinos? En 1995 le ganó el título de superwelter al santafesino Julio César Vásquez en el Atlantic City de Nueva Jersey. Aquella noche, aquel campeonazo santafesino, se llevó una bolsa de setecientos mil dólares y una derrota por fallo unánime. Era la segunda pelea de Pernell en esa categoría y su mito se hacía cada vez más grande.

Además, Maravilla Martínez copiaba sus movimientos y lo tenía como su máxima inspiración a la hora de moverse arriba del ring. «Y un día se nos fue… Estoy shockeado, con la guardia baja. Pensé que los inmortales como mi máximo referente boxístico se quedaría más tiempo entre nosotros. Siempre pensé eso… Sin embargo no, porque un día se nos fue Whitaker», escribió hoy por la mañana el ex campeón del mundo argentino.

UN RECORD IMPRESIONANTE. La etapa amateur de Whitaker (que nació en Norfolk, sobre las playas de Virginia, el 14 de julio de 1964) que empezó a boxear a los 9 años no fue menos gloriosa que la profesional. De 214 peleas, ganó 201 y 91 fueron por nocaut. También fue campeón Mundial en 1982 y se quedó con el Oro en los Juegos Olímpicos de Los Angeles de 1984.

Dentro de los combates más épicos del profesionalismo, donde se movió con soltura en cuatro pesos distintos, figuran los encuentros con el portorriqueño Wilfredo Rivera, a quien enfrentó y derrotó en dos oportunidades, la pelea en la que cayó frente a De la Hoya en el 97.

En España, las crónicas recuerdan el día de 1991 que le quitó el invicto a Poli Díaz después de 32 peleas y se quedó con el título mundial del peso ligero de tres confederaciones (WBC, WBA e IBF).

Pero su pelea más polémica fue aquella de 1993 con un joven Julio César Chávez. Este combate, que se puede ver por la web, dejó una gran controversia. Mientras los analistas le daban un contundente 118-111 al americano, el mexicano consiguió un empate. Por aquellos años, Chávez ya era la gallina de los huevos de oro que tenía Don King (el hombre fuerte del box durante la década del 90) y le haría ganar millones de dólares.

No son pocos los que también apuntan la fecha del 12 de marzo de 1988 como «la noche del primer robo a Pernell Whitaker». Su rival era el campeón Ramírez que defendía el cetro de los ligeros del CMB por segunda vez. Tenía 100 peleas ganadas y 82 por nocaut, mientras que Pernell llegaba como la sensación del momento con una marca de 15-0. Sweet Pea dominó toda la pelea pero, una leve reacción del campeón en el séptimo round, alcanzó para que retuviera el título en las tarjetas.

A pesar de eso, se mantuvo durante nueve años invicto record profesional es de 46 pelas con 40 victorias, 17 por nocaut, 4 derrotas, un empate y una en la que no se presentó. Aunque, si hubiera ganado la pelea con Ramírez, su récord se hubiera extendido desde su debut en 1984 hasta su caída de 1997.

UN FINAL TRAGICO. Después de aquella derrota con Trinidad de 1999 (habían pasado dos años del doping positivo frente al ruso Andrey Pestryaev), en 2001 Pernell Whitaker quiso otra oportunidad y se enfrentó con Carlos Bojórquez, un mexicano al que apodaban El Elegante. Otra vez besó la lona, perdió por nocaut técnico y terminó en el hospital. Aunque no fueron los golpes del centroamericano los que lo mandaron a terapia, sino otra sobredosis de cocaína.

Días más tarde, Whitaker argumentaría que había mezclado analgésicos con alcohol pero de alguna manera, él y su entorno entendieron que lo que estaba haciendo era regalar su prestigio y poner en riesgo su vida por lo que decidió abandonar oficialmente el boxeo.

En 2005 empezó a formar boxeadores. Entre sus pupilos estuvieron Zab Judah y Joel Julio. Otra vez, intentaba reencauzar su vida. No se le conocieron grandes escándalos en el último tiempo, pero ayer a última hora se conoció la noticia de su accidente. Según dicen los sitios de Norfolk, «Whitaker cruzaba la intersección de Northampton Boulevard y Baker Road aproximadamente a las 10 PM, hora local cuando un vehículo lo impactó y lo mató».

A partir de la noticia, el mundo del box se mostró conmovido. Evander Holyfield, con quien compartieron equipo Olímpico en Los Angeles se mostró conmovido en las redes sociales: «Estoy muy triste al leer que mi buen amigo Pernell murió prematuramente anoche».

«Me siento realmente perdido al escuchar que Sweeat Pea ya no está con nosotros», se sumó Mike Tyson. Y Oscar De La Hoya, el hombre que le quitó su invicto, sintetizó el tamaño de su figura: «Fue el mejor luchador con el que he peleado».

Fuente: Julián Zocchi / Infobae.com