No es la primera vez que gobiernos autoritarios usan el boxeo para lavar sus caras, y que la moral termina pisoteada por el dinero. El caso de Andy Ruiz
Por Juan Larena, desde Estados Unidos.
Arabia Saudita nunca tuvo tanto que ver con el boxeo como en estas últimas semanas y hasta el reavivado rumor de una pelea entre Mayweather y Pacquiao volvió a poner a ese país en la noticia.
En primer lugar, según el propio Floyd, el video en el que aparece hablando de la posible revancha es viejo y habría mencionado al filipino a instancias de los sauditas (que asegura le pagaron 2 millones de dólares y monedas), para llamar la atención. En definitiva, asegura que no piensa en dicha revancha, ni en volver al ring.
Si bien el video «resucitado» días atrás no salió de la organización oficial de Mayweather, son muchos los que recuerdan las negativas a rumores que luego se convirtieron en realidad; el más notorio su retorno al ring contra Conor McGregor. Un hecho que boxísticamente da vergüenza recordar pero que les reportó millones a los participantes de esa payasada.
Y no olvidemos tampoco las oportunidades en que Floyd trató de ganar titulares en las noticias en días previos a grandes peleas, algo que viene al caso en un momento donde cada promotor con nombre trata de emular a Eddie Hearn en busca del dinero árabe. ¿Ficción o realidad? Cada uno puede sacar sus propias conclusiones. Mientras tanto pueden estar seguros que Mayweather dibuja su característica sonrisa, disfrutando del poder para revolver el avispero directa o indirectamente.
Lo que uno no puede dejar de pasar por alto es la hipocresía de quienes súbitamente se quieren convertir en adalides de los Derechos Humanos. Justamente en un deporte donde los derechos de muchos boxeadores – que terminan arruinados y hasta pierden la vida tras una cruenta pelea – son ignorados con llamativa frecuencia. Arabia Saudita se ha hecho merecedora de las serias críticas que viene recibiendo por pisotear precisamente los Derechos Humanos y eso es algo irrefutable.
Cuando el team Ruiz comenzó a cuestionar el sitio elegido para la revancha, fue precisamente dicho tema el utilizado como punta de lanza. Luego se habló de la seguridad personal y el trato hacia las mujeres (… y por casa ¿cómo andamos?). Ruiz y compañía tenían todo el derecho a tratar de sacar mejor tajada, pero era hora que fueran directo al grano.
En el otro extremo Eddie Hearn (y su padre detrás de bambalinas) no pudieron evitar la controversia diciendo que a ellos solo les interesaba el aspecto boxístico y no se metían en política. Entrando en la conversación sin invitación, hasta el mandamás de la Top Rank, Bob Arum, tiró su piedrazo caratulando a Hearn de «estúpido», por la manera de manejar la negociación.
La historia del boxeo registra múltiples instancias donde el aspecto moral es ignorado en pos de los billetes. Alí-Foreman batallaron en Zaire, hoy República Democrática del Congo, ante 60.000 personas. Don King y el capo de los Fania All Stars (que pusieron el toque salsero a la fiesta) le dieron cuerda a una promoción para la que no contaban con suficiente respaldo económico en Estados Unidos. El dictador que controlaba Zaire, el nefasto Mobutu, vio la oportunidad de «lavar» su imagen a nivel internacional y el dictador de Libia, Muamar Gadafi, aportó la garantía monetaria.
Un año después, en 1975, el mismo Don King aparecía como promotor de la gran pelea entre Alí y Frazier en Manila, Filipinas. Un país bajo estado de sitio por orden del dictador Ferdinand Marcos. La misma historia: opción deportiva para mejorar la imagen de un régimen de mano dura. Apenas un par de ejemplos …. Pero en los próximos años posiblemente tendremos algo semejante en China, Rusia o cualquier otro país que busque mostrarle al resto del mundo una cara diferente.
Mientras tanto, si van a hablar de Derechos Humanos, no invoquen esas dos palabras en vano. Pruebas al canto, la pelea está confirmada para diciembre y en ARABIA SAUDITA. La solución fue la que era de esperar, una pila de dólares adicionales para Ruiz y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Fuente: Infobae