El boxeo se consolida como el deporte favorito como terapia antiestrés. Sus sesiones son cortas y muy intensas lo que además hace que sea una disciplina ideal para practicar cualquier día de la semana antes o después del trabajo.

Gracias a su popularidad puedes encontrar prácticamente en todos los gimnasios clases de boxeo, acudir a centros especializados o incluso practicarlo en casa con ayuda de tan sólo un saco y unos guantes.

La práctica continuada de este deporte además ayuda a neutralizar los efectos del cortisol a largo plazo, esta hormona es la principal causante de los estados de estrés. Este estado físico y mental ya se considera una epidemia del siglo XXI que afecta no sólo a trabajadores sino a muchos colectivos sociales, sobre todo residentes en áreas urbanas de gran tamaño.

El ritmo acelerado y los golpes del boxeo ayudan a liberar endorfinas, analgésico natural, mientras descargas adrenalina. Es por ello que se ha coronado como el deporte más efectivo para aliviar el estrés y prevenir la ansiedad. Durante el entrenamiento liberas tu mente para concentrarte en los movimientos y golpes que debes realizar para mantener el ritmo de la clase. Tras el ejercicio, las tensiones del cuerpo se disuelven entrando en un estado de relajación o embriaguez de felicidad.

45 minutos son suficientes

En apenas 45 minutos de clase se pueden quemar hasta 900 calorías. Para mantener la energía durante ese tiempo el cuerpo recurrirá en primer lugar a las reservas de glucosa y una vez finalizadas a la grasa acumulada. Para un mayor efecto antiestrés se recomienda aumentar el consumo de vitamina C en la dieta y reducir la ingesta de cafeína para mantener los niveles de cortisol más bajos.

La motivación principal de la clase es la superación personal, de ahí su gran éxito. Mientras tratas de realizar mejor tus golpes y optimizar tu resistencia además verás cómo poco a poco tu cuerpo se vuelve más atlético.

En las sesiones de entrenamiento se boxeo la frecuencia cardíaca se mantiene en niveles elevados por lo tanto contribuirá a un gasto calórico superior a cualquier otra actividad cardiovascular. Durante la actividad se requiere la utilización de todo el cuerpo, los pies están en constante movimiento, se debe hacer fuerza desde los abdominales y los golpes los ejecutan los brazos implicando a grupos musculares de la espalda

Fuente: El Mundo (Raquel Gutierrez)