Sergio “Maravilla” Martínez también se ha caracterizado por ser un pensador del boxeo. Por reflexionar de una forma que normalmente no se hace en el boxeo. Y en su libro Corazón de Rey, Maravilla Martínez plantea su definición del boxeo, y la definición de su boxeo, de su estilo, y de su forma de ver el deporte mientras estuvo en él.

Aquí 13 apuntes fundamentales de Sergio “Maravilla” Martínez, el boxeador:

1.

Yo diría que yo, Maravilla Martínez, soy un boxeador tiempista. Creo que sería la clasificación justa, porque no soy 100% atacante, no sy 100% defensivo, no soy 100% contragolpeador. Estoy ahí para aprovechar el momento en el que el rival me pueda dejar un resquicio para trabajar y hacer daño. Eso significa ser tiempista: saber cómo manejar los tiempos.

2.

Mi esencia como boxeador consiste en esquivar, provocar mucho y pegarle de contragolpe al rival. Para ello, la velocidad física es importante. Pero, sobre todo, la velocidad mental, la chispa, la picardía…

3.

En el combate hay muchísimo de teatralidad. Y de eso se trata, de engañar, de mentirle al rival todo el tiempo, de provocarlo, de no ofrecerle una pelea franca. Pero cuando él se descuida, conectarlo.

4.

Si uno analiza, ve que los mejores fueron Muhammad Ali y Sugar Ray Leonard, y que peleaban con la guardia baja, se movían para atrás (Monzón esquivaba para atrás). Nos suelen decir ‘prohibido bajar la guardia’… pero ellos fueron los mejores. No porque estaban tocados por la varita mágica, sino porque quizás comprendieron que cierta parte de la ortodoxia estaba equivocada.

5.

El manejo del tiempo y la distancia te ayuda a defenderte y es enemigo de la valentía desmedida.

6.

Él viene a la guerra y yo me escapo de ella: vuelvo, golpeo, me voy; vuelvo, golpeo, me voy. Yo me quedo solo para golpear y luego me voy.

7.

¿Por qué hay gente que critica este tipo de pelea? Porque tienen un concepto erróneo, según mi punto de vista. Por eso, el boxeo está como está; por eso, yo me divierto, subo al ring y me rio. ‘¿Cómo puede ser que subas al ring riéndote?’, me preguntan. ¿Cuál es la diferencia? Es cierto que nos vamos a pegar 500 veces cada uno, pero mi rival pega avanzando y yo retrocediendo; la diferencia es que al día siguiente a él le va a doler todo el triple que a mí.

8.

Soy de estudiar mucho al rival, tal vez por eso doy la sensación de dominar siempre las peleas. Veo videos hasta el hartazgo, Y el rival, eso lo siente, lo padece. Te quieren pegar, no pueden, y después el contragolpe es terrible. De a poquito empiezo a golpear… cada vez más… cada vez más.

9.

No me sorprendió el nocaut de Paul Williams. Él se golpeó solo, me llamaba con la cara ahí arriba. Creo que salió a golpear con demasiada ambición. Y cuando uno golpea es cuando más expuesto queda. Williams conectaba más de mil golpes por pelea; quedaba más de mil veces expuesto. Y allí estaba mi distancia, ya que a pesar de tener una estatura de 1.96, peleaba como un boxeador de 1.70. Así que fue una cuestión de medir el tiempo y meter la mano.

10.

Mientras estudiaba a Kelly Pavlik, mirando sus videos, descubrí varios detalles de su técnica. Gracias a eso puede explotar y aprovechar algo fuerte en mí: la velocidad, tanto física como mental. De esa manera, logré poner en evidencia sus errores. Los movimientos repetitivos dejan de ser movimientos y pasan a ser tics. Él se tocaba el pantalón, la cara y sacaba el golpe, 1000 veces por combate. Por eso, no me canso de repetir que en el boxeo lo menos importante son los golpes.

11.

Cada ring de boxeo sigue siendo el Coliseo Romano, en el pasado usaban espadas y palos contra leones, pero es lo mismo. La gente quiere ver sangre tan solo porque carece de sensatez, de sentido común. El espectáculo es una guerra para ellos. Napoleón determinaba una estrategia y era capaz de derrotar al rival con la mitad o la cuarta parte de soldados. ¿Cómo lo lograba? Planificaba. En este deporte es igual. yo golpeo menos duro, más despacio que muchos rivales a quienes les gané por nocaut. Yo soy más débil por ser más pequeño físicamente.

12.

A la gente que todavía piensa que el boxeo es una brutalidad, le diría que de brutal tiene muy poco. Si supieran los amigos que yo gano entre mis rivales, no lo creerían. ¿Por qué sostengo esto? Porque, como ya te conté en detalle, hay muchas horas diarias de entrenamiento; este deporte consiste en una combinación física, psicológica y emocional que le cambia la vida a cualquier persona. El público debería darse cuenta de que este es un deporte íntegro, en el que muchos boxeadores tenemos más de dos dedos de frente.

13.

Yo le pegué una mano a Paul Williams que todavía le están contando y la gente no se va a olvidar nunca de eso. Celebré delante de él… y, si hoy lo viera, me pondría a llorar. El boxeo es pegarle, pegarle y pegarle al otro hasta que esté en el suelo para después festejar cuando me dan ganador. Luego, tal vez, le doy un abrazo y nos ponemos a llorar juntos, si el rival quiere.

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