Es casi unánime la sentencia que ubica a Gauto, Lemos y Ponce como las tres máximas promesas del boxeo argentino. Invictos y explosivos, cada uno a su manera ya dio pasos firmes que invitan a la ilusión para en 2020 romper la acefalía de campeones del mundo.
Por Luciano Jurnet
Es casi unánime la sentencia que ubica a Agustín Gauto, Gustavo Lemos y Jeremías Ponce como las tres máximas promesas del boxeo argentino. Invictos y explosivos, cada uno a su manera ya dio pasos firmes que invitan a la ilusión para en 2020 romper la acefalía de campeones del mundo que hoy en día atraviesa el país. Por eso resulta interesante pintar el panorama de sus respectivas categorías en las diferentes entidades, de cara a analizar su proyección y posibilidades.
Gauto (14-0, 9 K.O) es el actual monarca internacional minimosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y se ubica en el puesto dos de la entidad. El campeón es el mexicano Elwin Soto (16-1, 11 K.O), que sorprendió al destronar por la vía rápida al por entonces mandamás Ángel Acosta en junio de este año. “La Pulga” ya defendió ante Edward Hano, a quien le quitó el invicto, y cuenta con tres duelos en los Estados Unidos. Su derrota frente a Danny Andujo queda lejana (fue en su tercera presentación) y de a poco se asienta más en la cima. ¿Puntos de contacto con “El Avión”? Edad (21 Gauto y 22 el azteca) y cantidad de peleas (14 contra 17).
Ahora bien, en caso de pretender saltar de organismo (vale recordar que el bonaerense fue rey mundial juvenil de la Federación Internacional de Boxeo –FIB-) la cosa no se torna necesariamente más sencilla.
El supercampeón de la Asociación Mundial (AMB) es Hiroto Kyoguchi (14-0, 9 K.O), a quien el especialista en pugilismo oriental y redactor del sitio “Peleadores del Sol Naciente” Lucas Velardez define como “un guerrero curtido, siempre listo para un combate largo de tono desgastante”. Sin embargo, agrega que Gauto cuenta con mejores argumentos técnicos y allí podría radicar su ventaja. Mientras tanto, el poseedor del cetro regular es el venezolano Carlos Cañizales (22-0-1, 17 K.O), de gran pegada y que se consagró de visitante frente al imbatido Reiya Konishi.
En el Consejo Mundial (CMB) reina Ken Shiro (16-0, 9 K.O), a quien Velardez considera “el mejor minimosca de Japón”. Con un impecable trabajo a la zona blanda y una serenidad adquirida en los últimos tiempos que le ha permitido crecer, el oriundo de Kyoto parece estar un peldaño más arriba que el hincha de Huracán.
Finalmente, por la FIB está Félix Alvarado (35-2, 30 K.O). El noqueador nicaragüense quizá sea recordado por su derrota ante Juan Carlos Reveco en 2014, pero lo cierto es que de allí en adelante enhebró 17 éxitos, sacando en siete rounds y a domicilio al filipino Randy Petalcorin. Mucho poder, experiencia (37 duelos) y un alcance de 1,73 cm lo vuelven peligroso por demás.
Gustavo Lemos (24-0, 14 K.O) es el actual campeón mundial juvenil ligero de la FIB y número seis del ranking. Y si bien es real que ha crecido sobremanera, que acarrea cinco nocauts, y que incluso se ha adjudicado diademas en tres categorías distintas (también lo hizo en superligero y welter); se encuentra en un panorama tremendamente complejo.
El flamante monarca de la Federación es el estadounidense de raíces hondureñas Teófimo López (15-0, 12 K.O), quien el pasado sábado anestesió como si nada al ghanés Richard Commey. Tan soberbio es su andar que en su cabeza ya está el choque unificatorio contra Vasyl Lomachenko, quien ostenta los cinturones de la AMB y OMB.
Hablar de Loma (14-1, 10 K.O) es innecesario. De estilo indescifrable y aptitudes sobresalientes, hoy por hoy para muchos especialistas es el mejor púgil libra por libra del planeta.
Por último, el CMB tiene al yankee Devin Haney (24-0, 15 K.O). A pesar de la similitud en cuanto a edad (21 del moreno contra 23 del argentino) y récord; el nacido en California ha enfrentado a un nivel de oposición muy superior. No obstante y curiosamente, es quien luce “más accesible” en un choque de fantasía.
Jeremías Ponce (25-0, 16 K.O) es el mandamás de la Organización Internacional de Boxeo (IBO, por sus siglas en inglés), sin embargo su mejor ubicación en las cuatro entidades más importantes del mundo lo muestra séptimo por la FIB, cuyo monarca es el británico Josh Taylor (16-0, 12 K.O).
Taylor (también “supercampeón” de la AMB) acaba de consagrarse ganador del torneo que incluyó a ocho de los mejores exponentes del globo, por lo que resulta evidente que su jerarquía está por encima de la de “Jere”.
El CMB y la OMB cuentan con José Ramírez (25-0, 17 K.O), rey desde el 2018 y que finiquitó tres invictos en sus últimos cinco choques. De hecho, el récord combinado de esos oponentes dibujaba un espeluznante 127-2. En febrero del próximo año expondrá ante Viktor Postol, alguna vez verdugo de Lucas Matthysse.
Este es el escenario que deben afrontar las tres esperanzas más grandes del boxeo argentino. ¿Cuál será el resultado final? Habrá que esperar. Quizá no falte tanto para saberlo.