Hay muchas versiones sobre una revancha directa con Ioka. ¿La aceptará el japonés en caso de continuar en el boxeo a los 35 años? Una semana triunfal, un presente repleto de variantes: 7 días de gloria y 7 acertijos a resolver.

El regreso a Buenos Aires del ascendente campeón mundial argentino Fernando Martínez, tras la unificación de su corona Supermosca (AMB- FIB) ante el nipón Kazuto Ioka, uno de los púgiles japoneses más respetados de la historia, reactivó todo lo bueno y nostálgico vivido en la última semana.

Desde celebrar aquellas hazañas épicas del mendocino Pascualito Pérez, en tierras del sol naciente, hace setenta años a otras conquistas pasionales y populares de nuestros representantes. Y todo fue cálido, sencillo y respetuoso, como en aquel entonces; con un contorno de mucha humildad, sin agresiones ni descalificaciones mediáticas. Con autobombas para agasajarlo y mucho color a Boca Juniors.

Ahora Martínez, a días de cumplir 33 años, se constituyó en un foco informativo muy interesante que -paulatinamente- gana centimetraje en las noticias deportivas. Y sobre todo en las locales.

Las deducciones sobre su futuro son decisivas en estos momentos. Priorizan sobre eventos boxísticos más trascendentes de esta noche: la defensa del mundial welter (FIB) del invicto noqueador estadounidense Jaron Eniz, en Filadelfia o la exposición de la doble corona de los medianos del ucraniano Zhanibek Alimkhanuly, en Las Vegas. Y este análisis, aún no resuelto y lleno de variantes, constituye el tema del día.

La reconciliación con PBC
La pelea de Japón significó un reencuentro entre Martínez y sus representantes: “Chino” Maidana Promotions con Premier Boxing Champions (PBC), compañía estadounidense con la que firmó contrato desde 2022 sin mayor armonía. Los plazos vencieron y, cuando nadie lo esperaba, renovaron lazos comerciales.

El presente de PBC no es bueno: los malos resultados en su alianza con Amazon Prime limitaron sus carteleras y sólo se llevarán a cabo dos más durante 2024. En agosto y octubre.

Rodrigo Calabrese, mentor del campeón, anticipó a LA NACION: “Hubo reconciliación y firmamos por tres peleas más”.

La protección del cinturón AMB
Es muy favorable para sus intereses la posesión del cinturón (AMB): Asociación Mundial de Boxeo. La familiaridad entre su presidente Gilberto Mendoza (h) y su manager Marcos Maidana, le dará un respaldo institucional que jamás tuvo con la (FIB): Federación Internacional de Boxeo cuyo cetro ganó ante el filipino Jerwin Ancajas, en 2022. La FIB se mostró ajena, indiferente y distante en el conflicto de intereses que lo eyectó a pelear -en match obligatorio- con Jade Bornea, por una bolsa bajísima. Lo desprotegió por completo.

La relación de AMB con el boxeo argentino es óptima. Y ello le conviene.

Retadores oficiales, revanchas y acertijos
Hay muchas versiones sobre una revancha directa con Ioka. ¿La aceptará el japonés en caso de continuar en el boxeo a los 35 años? ¿Empezaron las gestiones escuetas para volver a Japón y pelear con el notable Kosei Tanaka, el campeón (OMB), quien ostenta cuatro diademas en pesos diferentes y sumar un tercer reconocimiento en los 52.167 kg? ¿Jesse “Bam” Rodríguez, el campeón del CMB, estuvo en Tokio esperando al vencedor. ¿Hay dinero para una pelea tan costosa y está liberado “Bam” de la revancha con el mexicano Juan Estrada, a quién destronó el mes último?

¿Qué harán los desafiantes mandatarios del ranking (AMB) y (FIB): David Jiménez, de Costa Rica y Willibaldo García, de México, respectivamente. ¿Bloquearán sus pasos?

Por último, todo su equipo contuvo con cierta complicidad la respuesta a una pregunta que pareció irreal: ¿Podría pelear en el verano en la cancha de Boca?

Sería un sueño. Relegaría mucho dinero, pero cumpliría un sueño: llegar caminando al estadio desde el fondo del conventillo donde vivió la mayor parte de su vida. Cada uno hace con la gloria lo que quiere y él se ganó ese derecho.

Osvaldo Principi / LA NACIÓN